lunes, 26 de noviembre de 2012

CHARLY GARCÍA Y FITO PAEZ EN CORRIENTES, UN MOUNSTRO DE DOS CABEZAS


Alrededor de 10 mil personas disfrutaron del recital más esperado del año. Cinco horas de los clásicos del rock nacional que conmovieron a cuatro generaciones.

El acercamiento ya venía anticipándose hace tiempo, un par de recitales en el Gran Rex en 2011, una canción compartida hace unas semanas en un festival al aire libre, el Quilmes Rock, una larga gira recorriendo de orilla a orilla el disco más vendido de la historia del rock argentina, y un reencuentro con el escenario del tótem del rock nacional que fue lento, polémico pero lleno genialidad.
Todo, absolutamente todo fue una preparación para el impresionante show que el sábado a la noche dieron Charly García y Fito Páez, separados y juntos, durante más de cinco horas, en el anfiteatro Cocomarola de Corrientes. Una noche, dos shows, dos leyendas. Por una vez, la publicidad cumplió su promesa. Fue la historia y la actualidad del rock nacional en una noche.

El amor después del amor
Muy pocos minutos después de las 21.30, comenzaron a escucharse los acordes de “El amor después del amor” de la mano de la banda del rosarino. Fito se hizo esperar y apareció sobre el escenario con un traje negro con parches de cuero, los rulos revueltos y un saludo para la ciudad que lo recibió por segunda vez en dos años.
De allí en adelante, casi sin respirar, atravesó de punta a punta el disco “El amor después del amor”, acompañado por algunas presencias virtuales como Celeste Carballo, Fabi Cantilo y Mercedes Sosa. También se hicieron notar todos los integrantes de la banda, los jóvenes músicos Diego Olivero, Juan Absatz, Dizzy Espeche y Gastón Baremberg; pero sin dudas se destacó la voz aterciopelada, profunda y potente de la cantante colombiana Adriana Ferrer.
Una pausa emotiva a la vorágine del show fue “Pétalo de sal”, oportunidad en la que Fito recordó al Flaco Spinetta y, perdida al final de la canción, apareció esa hermosa voz que tanto se extraña. Luego continuaría con “Sasha, Sissí y el círculo de baba” y en las pantallas replicándose el video que la tenía a Cecilia Roth como protagonista.
Lo cierto es que más allá de la efectividad y la solvencia para tocar el disco casi de memoria, algunos temas -tal vez los menos populares- no mostraban toda la producción escénica que estuvo presente en otros lugares del país. Lo que lo sacó de la vorágine en la que venía embalado, fue “Un vestido y un amor”; donde escuchó unos acordes desprolijos. Ahí bajó un cambio, se acomodó los rulos y con unas señas siguió sin tregua hasta agotar el disco. Con “A rodar la vida” cerró la primera parte del show. El disco dura 59.28 minutos y Fito lo hizo en 68 minutos. Lo que se dice, un rockero cronometrado.
Se tomó un breve impasse. Se quitó el saco y reapareció en escena con una remera blanca. Más relajado, tranquilo y dispuesto. Y comenzó otra especie de disfrute. Cantó “11 y 6” acompañado por las 10 mil personas que coreaban ese hermoso tema de “Giros”. Luego vendrían “Circo beat”, “Polaroid de locura ordinaria” y el explosivo cierre con “Mariposa tecnicolor”.

60 x 60
Se apagaron las luces y anunciaron que se necesitaba al menos media hora para montar la segunda parte del espectáculo. Los arreglos se hicieron rápido, mientras la cerveza se escurría y toda la puesta teatral del principal referente de la historia del rock argentino, hacía su ingreso al escenario Sosa Cordero. Y así de teatral fue su entrada. Juguetón, divertido y extrovertido, Charly García retornó al Cocomarola, sólo un año y medio después de su última presentación.
Con guardapolvo de obrero, unas calzas azul eléctrico y su clásica banda “Say no more” en el brazo, tocó durante casi dos horas algunos de los temas que forman parte del triple box “60x60”, que recopila parte de su carrera en la trilogía “La vanguardia es así”, “Detrás de las paredes” y “El ángel vigía”. Este concierto que se viene repitiendo en distintos puntos del país es una celebración a sus seis décadas de vida, y también un poco a su muerte y resurrección. El mismo se encargó toda la noche de dictar titulares. Con ironía habló de su “recuperación”, de que “se lo ve bien, lúcido” y toda una ristra de frases para divertir(se) con (y de) el público.
La banda The Prostitution acompañó a Charly con instrumentos de orquesta que incluyen bandoneón, violines y una variada gama de elementos de percusión, que incluían a un maniquí. Juntos repasaron temas como “Demoliendo hoteles”, “Yendo de la cama al living”, “Influencia”, “Vicio” y “La grasa de las capitales”, atravesando toda la discografía desde Nito Mestre hasta “Asesíname”.

Juntos
Para cerrar el recital, cerca de las 2 de la mañana, Charly y Fito salieron juntos al escenario con todos los músicos de ambas bandas, e interpretaron “Desarma y sangra”, “Ciudad de pobres corazones”, “No se va a llamar mi amor”, “Cerca de la revolución”, “Fanky” y “Canción para mi muerte”. Y los aliados se fueron todos contentos.

Vuelven
El 15 de diciembre se vuelven a presentar juntos en Neuquen. Toda la info AQUÍ.

Fuente: EL LITORAL

lunes, 19 de noviembre de 2012

CHARLY GARCÍA Y FITO PÁEZ JUNTOS EN NEUQUÉN, ENTRADAS EN VENTA!!!


Sábado 15 Diciembre 20:00 hs, Neuquén - Espacio Duam

El día sábado 15 de diciembre a las 20 hs se presentar Charly García y Fito Páez en el Espacio Duam, estadio al aire libre en la ciudad de Neuquén.

Lista de Precios:

Vip Live Platinum (A-B-C):  $800+$80*
Vip Live Gold (E-F-G):  $640+$60*
Vip Live (D-H): $500+$50*
Platea Preferencial Central (J-K-L): $450+$50*
Platea Preferencial (I-M): $380+$40*
Platea (N-O-P-Q): $300+$30*
Campo Parado: $200+$20*

* Costo del servicio.

Medios de pago: American Express, Visa, Mastercard y Efectivo.

Los tickets comprados vía web o venta telefónica serán entregados en la sucursal de oca seleccionada a partir del séptimo día luego de haber realizada la compra y hasta el miércoles 12 de diciembre.  El único autorizado a retirar la orden es el titular de la tarjeta de crédito con la que se realizó la compra, presentando dicha tarjeta y un documento que acredite identidad.

Hernán para Cinema Verité.

jueves, 15 de noviembre de 2012

21 DE NOVIEMBRE. CHARLY GARCÍA RESPONDERÁ ONLINE PREGUNTAS DE SUS FANS

Charly García. Este miércoles 21 de Noviembre a las 17:30hs, la  leyenda argentina participará de un Google+ Hangout. El Google+ Hangout es una de las características más atractivas de la red social de Google, en la cual se permiten conferencias en video entre hasta 10 usuarios a la vez. Con Beto Casella como anfitrión, Charly García tendrá su primer entrevista online hablando cara a cara y respondiendo preguntas de sus fans latinoamericanos.
El Hangout se transmitirá en vivo desde el perfil de Google+ de EMI Music Argentina y los fans pueden ingresar preguntas que serán leídas en vivo insertando el hashtag #CharlyGarcía60x60 dentro de Google+.
Esta es la primer aparición de Charly García en un medio online y una oportunidad única para fans de todo el continente que quieran poder hablar cara a cara con él y preguntarle lo que quieran.
Pueden participar del evento en este link:

Hernán para Cinema Verité

NUEVO DISCO DE CHARLY GARCÍA EXCLUSIVO PARA I-TUNES: "CHARLY GARCÍA EN EL FESTIVAL ARGENTINO EN MIAMI"

Grabado en vivo ante unos 10.000 espectadores en el marco del  IV Festival de Rock Argentino en Miami, el 28/04/2002 en el Bay Front Park. Con una década de disociación sale a la luz esta joya para fanáticos de García. Tras la lista de temas una crónica de aquel entonces y el link de descarga (legal).


LISTA DE TEMAS:

1-De Mi (04:45)
2-Confesiones de Invierno (03:28)
3-Cerca de la Revolución (05:54)
4-El Día Que Apagaron la Luz  (Con Nito Mestre)  (04:08)
5-Aprendizaje (Con Nito Mestre) (03:51)
6-Raros Peinados Nuevos (03:38)
7-Desarma y Sangra (03:13)
8-Pasajera en Trance (03:08)
9-Influencia (06:02)
10-Encuentro Con el Diablo (06:16)
11-Popotitos (01:11)
12-Tu Vicio (07:12)
13-No Voy en Tren (01:11)

Comprar: CLICK AQUÍ

Para cuando llegó la limusina que depositó a Charly en el backstage, hacía más de media hora que los curiosos lo esperaban en semicírculo espontáneo, jugando a poner nerviosos a los guardias de seguridad del parque. Charly llegó vestido de blanco y se encerró en el camarín. De allí saldría más de una hora después, peligrosamente cerca del horario de medianoche en que se suponía el festival debía concluir por orden municipal.
Pero a Charly le gusta jugar con fuego, quizás porque sabe que el público le perdona todo, y por eso se dedicó a hacer lo suyo sin prestarle atención a las tensas negociaciones entre las autoridades policiales y el organizador del festival, Enrique Kogan, quien le consiguió 40 minutos de gracia y la llave de la ciudad de Miami. Muchos de esos minutos se fueron mientras Charly se familiarizaba con su nuevo teclado, comprado el día anterior en un shopping de Miami, lo que no le impidió que tocara varios de sus clásicos jugando con raras versiones nuevas.
A Nito Mestre le tocó participar de una de estas rarezas acometidas en Aprendizaje, tema de Sui Generis que García enganchó con El Día Que Apagaron la Luz, para regocijo de la hinchada. “Con Charly siempre hay que salir con casco”, dijo Nito.
Acompañado por un par de músicos argentinos radicados en la ciudad, Charly tocó el teclado, lo tiró al suelo, tocó la guitarra, la tiró al suelo, seguido por la mirada extasiada del público, que cada tanto rompía su silencio para vivarlo.
“A todos los miamenses, aquí les va una postal de la Argentina actual”, les dijo antes de tocar Cerca de la Revolución acompañado mayormente con su guitarra eléctrica.  Luego recreó con Celeste Carvallo Los Dinosaurios, agregándole a la canción las frases “los que están en la playa, pueden desaparecer, los que están en el shopping van a desaparecer”. Le siguieron dos nuevos, Influencia y Tu Vicio y finalmente No Voy en Tren, que le sirvió para ir al bis con la oportuna frase de “soy el que cierra y apaga la luz”.
Luego de que el público más fiel lo reclamara con insistencia, Charly volvió al escenario envuelto en una manta dorada para rematar la noche con el grito sagrado del himno nacional argentino. “Lo toqué para hacerlos sentir culpables de haberse escapado del país como gallinas y ahora tener un negocio de electrodomésticos…. Traidores”, dijo un sonriente y extenuado García en su camarín del Bay Front Park, mientras afuera la gente se desbandaba prolijamente.
“Me parece que los argentinos en la Argentina me conocen más”, comentó Charly en su charla de camarín. Además, dejó claro que la presencia del Tula y su bombo en la primera fila no le había gustado, que Miami le parece raro porque “le ponen dulce de leche al choripán” y que, finalmente, “la playa y yo no tenemos mucho que ver”. 
Así y todo, en ésta, su segunda participación en un Festival Argentino, con un único antecedente en Nantes, como él mismo recordó, se encargó de que sus fans de la playa se llevaran el mejor recuerdo.

Crónica: Silvia Maestrutti, para el Diario Los Andes
Hernán para Cinema Verité.

sábado, 10 de noviembre de 2012

CHARLY GARCÍA Y DAVID LEBON A DUO; TODA LA VIDA



En su CD "Yo lo soñé"(2003) David Lebon comparte una canción con su amigo y coequiper de la mítica banda Seru Giran. Sobre dicho tema el ruso dijo: "Toda la vida es un tema que hago con Charly (García) y yo sabía que le iba a gustar. Lo grabó con un amor, un respeto y un cariño increíble. Hizo algo inédito en él: escribió los acordes para que no perdiéramos tiempo. Incluso me cambió un estribillo. El tema es muy para arriba y tiene mucho que ver con Serú Girán. Es el primer tema que hacemos juntos desde que nos separamos."

TODA LA VIDA

Siempre soñando
despertar y ver que
todo el mundo ya
se siente bien.

Siempre soñando
en lo hermoso que sería
estar completo
y gozar de amor.

Mis amigos me preguntan
por qué siempre hablo así
Es que a veces
no me acuerdo ni de mi

Siempre buscando
la alegría en un mundo
que no puede
ser feliz.

Como yo quiero
por que entiendo lo difícil
que es vivir
sin recibir.

Mis amigos me preguntan
por qué siempre hablo así
Es que a veces
no me acuerdo ni de mi.

Cómo hacer
para sentirnos llenos
cómo hacer
para sentir amor
yo lo se
es fácil
lo que vos tenes que hacer
es buscar
muy dentro de tu corazón.

Mis amigos me preguntan
por qué siempre hablo así
Es que a veces
no me acuerdo ni de mi.

                              (García/Lebon)

Hernán para Cinema Verité

PREMIOS GARDEL: EL TRIBUTO A LUIS ALBERTO SPINETTA, CHARLY GARCÍA, FITO PÁEZ, LEÓN GIECO Y DAVID LEBÓN

La sonrisa de Carlitos y las voces de los cuatro gigantes.
 Charly García, Fito Páez, David Lebon y el mismo León fueron las presencias estelares para enhebrar varias perlas del músico de Bajo Belgrano. Fue un apropiado regreso a las ceremonias públicas para el premio con la cabeza de Gardel.




La entrega de los premios Gardel a la música transcurría dinámica, normal, amena, cuando Soledad y el Bahiano reciben una orden confusa: “Va el homenaje”. Automáticamente, el telón se abre mientras alguien, desesperado y a los gritos, intenta cerrarlo desde adentro. Fueron cinco segundos tensos y tirantes, hasta que la enorme tela negra cede hacia dentro y los presentadores calman todo con una sonrisa. Y anuncian dos premios más: Tangos de Discépolo, de Liliana Felipe, en el rubro Mejor álbum cantante femenina de tango, y Vos y yo, de la dupla Susana Rinaldi-Leopoldo Federico, en el rubro Mejor álbum orquesta de tango e instrumental. El speech de la cantante viene bien. Cuida y permite que se ajusten los detalles para lo que todos, esa noche en la Usina del Arte, estaban esperando: el tributo a Luis Alberto Spinetta.

Cuando el telón finalmente se abre aparecen David Lebon, León Gieco y Fito Páez en primera línea. El anfiteatro, colmado hasta no más de la mitad, estalla en aplausos. Los tres, secundados por una big band que incluye formato de rock más cuarteto de cuerdas, se disponen a imbricarse en un fin de año que extraña muchísimo al viejo y querido Flaco, y lo demuestra en la acción. El mix de fotos e imágenes del homenajeado que aparece en las tres pantallas de fondo tiene mucho –de hecho– del corpus estético que prosigue en la Biblioteca Nacional hasta mediados de diciembre: secuencias de videos de Pescado Rabioso o Almendra, fotos del genio con la camiseta de River, durmiendo y el pelo teñido de naranja, o de cuando era chico y cantaba en televisión; o de cuando ensayaba con Invisible los temas que iban a formar parte del gran jardín de los presentes... de su mundo, al cabo, que es un poco el de todos. Y que Gieco, Páez y Lebon, junto al ayudín que vendrá después, se proponen intentar.

El set es corto pero intenso. No hay palabras. Empieza con una sentida versión de “Post Crucifixión” en la voz de Lebon –que toca la guitarra sentado–, la dirección de Páez y la armónica de Gieco; prosigue con una poco imaginada visita de León a “Durazno Sangrando” –tan inhabitual como emotivo escucharla en esa voz–; con el rescate de uno de los temas más bellos de Los niños que escriben en el cielo (“No te busques ya en el umbral”) por parte de Páez y una cuerdas que se lucen; con “Laura va”, versión llana que se “disputan” Lebon y Gieco, y con “Seguir viviendo sin tu amor”, consumada por todos. Pero esa primera línea, esa plana mayor del rock argentino pocas veces vista en escena, superó su propia marca cuando, ataviado en unas calzas violetas y brillantes, saco rojo y cuellera al tono, emerge Charly García, el ayudín. Suena –claro– “Rezo por vos”, coincide con la imagen del último abrazo entre ambas potencias en el Vélez de 2009 y termina con una conmovedora visita de los cuatro a “Muchacha ojos de papel”. Sin palabras.

Si hubo algo, entonces, que sumó un plus –vaya plus– de interés a esta decimocuarta edición de los premios Gardel a la música fue tal juntada. Tal ofrenda. Tal preocupación por que el vate de Arribeños siga brillando en su luz. Tal intención explícita de reivindicar al mejor entre los mejores, al primus inter pares de la música de rock en Argentina, y no porque lo designe tal o cual premio. Tal agradecimiento que no sólo Páez deja sentado mediante su “Siempre estarás, Luis Alberto, siempre estarás en mí”, sino también Fernando Ruiz Díaz, cantante de Catupecu Machu, que se lo dedica mientras recibe el Gardel al Mejor álbum grupo de rock por el disco El mezcal y la cobra, o Baltasar Comotto, uno de los guitarristas “estrella” del Flaco de los últimos tiempos, por haberlo ayudado a gestar Blindado, a la sazón ganador en el rubro álbum rock pop alternativo; o todos, cuando aplauden su figura en un video que recordaba a los que ya no están. La decimocuarta entrega de los premios Gardel –que anteayer volvió a convertirse en ceremonia pública luego de tres años sabáticos– pagó largamente su deuda.

Pero no fue solo el de Spinetta el nombre que retumbó fuerte entre las altas alturas del techo del anfiteatro de La Boca. A la misma altura se alzó el de uno de los protagonistas del homenaje: León Gieco. Su disco más reciente, El desembarco, se llevó las cinco estatuillas para las que estaba nominado. Empezó con los rubros Mejor álbum artista de rock y Mejor ingeniería de grabación. También se quedó con el reconocimiento a la Producción del año y, algo casi redundante para él, la de Mejor Album artista Canción testimonial y de autor.

Por Cristian Vitale
Fuente: Página/12
Video: Flavio


domingo, 4 de noviembre de 2012

CHARLY GARCÍA EN LA PLATA, UNICO


Charly García: histórico reencuentro con La Plata . Una multitud siguió el show en el predio de 25 y 528

El playón de estacionamiento del estadio de 25 y 32 era escenario anoche para un recital que marcaba un histórico reencuentro de Charly García con el público local. Ante una verdadera multitud reunida en el espacio al aire libre de 25 y 528, el músico desplegaba en vivo su última aventura discográfica: la trilogía “La vanguardia es así”, “Detrás de las paredes” y “El ángel vigía”, los tres recitales que compusieron el ciclo con el que celebró sus seis décadas de vida.
García llegó anoche a La Plata en el marco de su promocionada gira “60X60”. Considerado uno de los padres del rock nacional, el músico ofrecía un show sólido con el que demostraba que la magia, y el oído más famoso del país, están intactos.
En una noche de 25 grados y soñada para un espectáculo al aire libre, el público cantaba y acompañaba a Charly en todo momento. “Demoliendo hoteles”, “Popotitos”, “No llores por mi Argentina”, “Yendo de la cama al living”, “El día que apagaron la luz”, “Rasguña las piedras”, “Influencia”, “Vicio”, y “Me siento mucho mejor” eran algunos de los temas que esperaban los fans que anoche seguían el show de Charly en el predio de 25 y 528.
En una entrevista exclusiva con EL DIA, que se publicó en la edición del sábado, García había adelantado parte del show que mostraría en La Plata: “Hice una recopilación del disco 60x60 y elegí los temas que más me llegaban al corazón, ensayamos muchísimo y creo que la alquimia entre los instrumentos electrónicos, los sintetizadores, y las cuerdas se está dando cada vez más al frente. Suena como una orquesta, ya no es un grupo. Es una orquesta de rock y eso me motiva porque hay armonías y melodías que estaban un poco escondidas y ahora llegan más al oído”.
Antes de salir a la escena local, García dijo en esa entrevista que “yo fui a La Plata a tocar muchas veces, sobre todo en la época de Sui Géneris y La Máquina. Siempre me pareció un público excelente, muy receptivo y capacitado para entender las canciones quizás más complicadas. Me he perdido muchas veces... (risas) pero tengo el mejor de los recuerdos. Tengo ganas de volver”.

Fuente: El Día
Foto: Chalcobsky

HACE 40 AÑOS SALIA A LA VENTA "VIDA" EL PRIMER DISCO DE SUI GENERIS


40 años de “Vida”, el disco que inauguró la leyenda Sui Generis

En noviembre de 1972, hace ya cuatro décadas, las bateas recibieron “Vida”, el álbum estreno del dúo Sui Generis, portador de himnos de la música popular argentina como “Canción para mi muerte”, “Necesito” o “Cuando comenzamos a nacer”.
Esas canciones se convirtieron en foto de una época pero también en una síntesis posible para un abordaje estético rebelde, soñador, romántico e inconforme que ha logrado trascender las épocas.
Con este primer repertorio como bandera, en septiembre de 1975 y para despedir a Sui Generis en el Luna Park, una multitud demostró que el movimiento rockero argentino dejaba las márgenes para mostrar una popularidad que exigía su institucionalización.
Dos jóvenes tímidos, lampiños y pelilargos están sentados en el suelo, contra una pared sin revocar. Es una foto en blanco y negro centrada en un fondo marrón donde se leen los nombres del dúo y de la placa en cuestión.
Seguramente ni el olfato del productor Jorge Alvarez ni el creciente interés del público local por descubrir los primeros pasos del rock local, pudieron siquiera sospechar que ese disco marcaría el inicio de un grupo esencial del movimiento y el gesto inaugural en la obra prolífica y genial de Charly García.
Sin el bigote bicolor que luego lo caracterizaría y acompañado por la voz de Nito Mestre, García mostró en esas primeras 11 canciones publicadas parte del lirismo, la gracia y el don musical que desplegaría desde entonces en diversos formatos.
Grabado entre agosto y octubre de 1972 en los Estudios Phonalex, la placa que no disimuló algunos problemas técnicos de realización y sonido, permitió que la travesura de un par de muchachos que se conocieron en colegios secundarios del barrio porteño de Caballito, llegara a su primera obra.
Charly ejecutó piano, órgano y guitarra acústica, además de cantar, mientras que Nito puso su característica y privilegiada voz, además de pulsar la guitarra acústica y ejecutar la flauta traversa.
El binomio completó su modesto pero precisa sonoridad con los aportes del violín de Jorge Pinchevsky, la guitarra eléctrica y la armónica de Claudio Gabis, el bajo de Alejandro Medina y la batería de Francisco Pratti.
En esas mismas sesiones los músicos registraron canciones que no fueron parte de “Vida” pero que sí se incluyeron en otros discos de Sui, tales los casos de "Un hada, un cisne" para “Confesiones de invierno” (1973) y "Pequeñas delicias de la vida conyugal" para “Pequeñas anécdotas sobre las instituciones” (1974).
La vitalidad de aquellas jornadas trascendió largamente el tiempo e incluso canciones como "Espejos", "Monoblock" y "Cuando te vayas" le sirvieron a García y Mestre para incluirlas en “Sinfonías para adolescentes” (2000), el único disco original que testimonió uno de los infructuosos regresos de la dupla.
El cancionero de “Vida”, fuertemente influenciado por los aires del folk norteamericano y la sombra de Bob Dylan, se abrió con “Canción para mi muerte”, una tristísima y críptica balada de amores, decepciones y ausencias que recuerda que “hubo un tiempo que fue hermoso”.
“Necesito”, en cambio, es una pieza fresca y romántica capaz de saludar la impostura hippie en busca de una chica a la que “no le importe mi ropa/si total me voy a desvestir” que se liga al simpático y celebratorio “Quizás porque”, el noveno track del álbum.
Los temas 3 y 10 de la lista, “Dime quién me lo robó” y “Cuando comenzamos a nacer”, operan como dos singulares alegatos contra las imposiciones sociales y el peso de la autoridad, además de resaltar las preocupaciones por alcanzar el amor de pareja.
En “Estación” hay otro guiño rítmico, ligero y amable con aroma de mujer, que contrasta con el oscuro “Toma dos blues” y con la cruda ironía de “Natalio Ruiz, el hombrecito del sombrero gris”, casi un paradigma de todo aquello en lo que no querían convertirse.
El cuento sobre un amor inconveniente y, otra vez, la hipocresía mundana, asoman en “Mariel y el Capitán”, mientras que el ruego de “Amigo vuelve a casa pronto” parece remitir a la efervescencia política de un país surcado por golpes militares y prohibiciones, ya que pide “cuéntame todo, cambiame todo/necesito hoy tu resurrección, tu liberación/tu revolución”.
El remate de la placa es el instrumental “Posludio” que no solamente exhibe el virtuosismo de García, sino también los apuntes de una búsqueda musical diferente que, a la postre, sería la que terminaría con la arrolladora simpleza de Sui Generis.

Fuente: Telam

sábado, 3 de noviembre de 2012

CHARLY GARCIA ESTA NOCHE EN LA PLATA "VOLVER A DISFRUTAR"


En exclusiva, horas antes de su concierto, el legendario músico habla de su obra, sus recuerdos de la Ciudad y sus proyectos
El año pasado Charly García cumplió sesenta años y a modo de celebración preparó tres shows a los que llamó “60 x 60” -editados más tarde en cd y dvd- en los que repasó los momentos más emblemáticos de su historia musical. Sesenta temas, a sus sesenta años. La crítica y la respuesta de sus fans fueron tan positivas que el legendario rockero emprendió una gira por Argentina, varios países de América Latina e incluso algunas ciudades de Estados Unidos. Esa misma gira lo traerá esta noche hasta nuestra ciudad, donde se presentará en el escenario situado en el estacionamiento del Estadio Único, en 25 y 32.
Horas antes de su arribo, el creador de bandas emblemáticas como Sui Generis y Seru Giran habló en exclusiva con EL DIA sobre el show, su música y algunos proyectos que incluyen un concierto en el Teatro Colón.

EL REENCUENTRO

-¿Con qué se va a encontrar el público en el recital de La Plata?
-“Hice una recopilación del disco 60x60 y elegí los temas que más me llegaban al corazón, ensayamos muchísimo y creo que la alquimia entre los instrumentos electrónicos, los sintetizadores, y las cuerdas se está dando cada vez más al frente. Suena como una orquesta, ya no es un grupo. Es una orquesta de rock y eso me motiva porque hay armonías y melodías que estaban un poco escondidas y ahora llegan más al oído”.

-Hacer “60 x 60” implicó volver la mirada atrás y analizar tu propia obra con una perspectiva totalizadora. ¿Con qué te encontraste?
-“Hay mil formas de mirarla y de escucharla. Algunas canciones se destacan por la música, otras por la letra, otras por lo bien que están ensambladas la música y la letra. Y quise hacer un balance de todas esas canciones y creo que hice una cosa bastante representativa de lo que he hecho y hago. Hay algunos arreglos nuevos pero lo más lindo es que escuchás el disco y no hay una diferencia muy grande entre las canciones que tienen muchos años y las más nuevas”.

-Sin embargo, cada etapa ha tenido una impronta diferente, alguna más acústica, otra más sinfónica... ¿con cuál te identificás más?
-“El corazón y la mente que impulsan todo eso y que está puesta al servicio de las canciones, no cambió mucho en todo este tiempo. Los que cambiaron fueron los arreglos. Con La Máquina (de Hacer Pájaros) dividíamos el tiempo en semicorcheas, cuando lo normal es dividirlo en negras o en corcheas, y no considerábamos que una canción estuviera lista hasta que no tuviera cuatro o cinco partes diferentes. De alguna manera me siento orgulloso de haber hecho una música difícil de tocar que sin embargo llegó a la gente. No fuimos demagógicos o fiacas. De todos modos, ahora pienso que en algunas canciones hubo un exceso de arreglos, que había demasiadas notas”.

-¿Te acordás de alguna?
-“Por ejemplo, ‘Ah, te vi entre las luces’ tiene una música que me gusta mucho pero creo que cambia demasiado. ‘No te dejes desanimar’ es un tema que también me gusta mucho pero sobrecargamos un poco los arreglos de cuerdas.

-Después de Seru Giran, de tu etapa solista, ¿cuál es tu mayor orgullo?
-“‘Yendo de la cama al living’ creo que fue un quiebre, un punto que marcó un antes y un después, porque empecé a usar unas armonías de cuartas y quintas, esquivando la tercera, que es la que le da el tono a la canción. Eso le dio a la música una característica que no voy a decir que está prohibida, pero sí que es muy difícil: la ambigüedad. La obras clásicas siempre están en tono mayor o menor, lo que de alguna manera predispone a que la obra sea alegre o triste. A partir de aquel disco, el hecho de descartar la tercera le dio un sonido más hipnótico y más ambiguo a la música”.


-Otra actividad que te absorbe varias horas del día es el dibujo.
-“Siempre hubo un paralelismo entre la música y el dibujo. Tengo facilidad para las dos cosas... más para la música (risas). Y me ayuda mucho a resolver ideas, incluso hay canciones o partes musicales que las saco del dibujo. ‘Yendo de la cama al living’, por ejemplo es como una escalera, que va para abajo y luego va para arriba. Ahora, por ejemplo, estoy en un proyecto para el Colón que se va a llamar ‘Líneas paralelas’, que tiene una presencia visual muy fuerte y creo que esa inspiración se representa muy claramente en la música”.

-¿Cómo es ese proyecto?
“La idea es que las líneas paralelas, por supuesto, nunca se tocan pero visualmente sí las vemos tocarse. Inspiradas en este fenómeno visual, las armonías que estoy haciendo tienen dos notas, son esas dos líneas paralelas. Y aunque todavía no tengo el final, supongo que todo terminará en una nota”.

-¿Qué recuerdos guardás de tus visitas a La Plata?
-“Yo fui a La Plata a tocar muchas veces, sobre todo en la época de Sui Géneris y La Máquina. Siempre me pareció un público excelente, muy receptivo y capacitado para entender las canciones quizás más complicadas. Me he perdido muchas veces... (risas) pero tengo el mejor de los recuerdos. Tengo ganas de volver”.

Por Andrés Rivelli
Fuente: Diario EL DIA